El pasado fin de semana se celebró en Parque Urbano Cumandá el primer Encuentro de Skate de verano, un evento que acogió a más de 300 participantes entre ellos jóvenes, niños y niñas, quienes a lo largo de tres días compartieron con los representantes internacionales del skate Valentina Díaz y Sebastián Montoya, sus conocimientos, sueños y experiencias a partir de la práctica de este deporte extremo.

Valentina Díaz, comunicadora y deportista, fue una de las representantes del skate colombiano con quienes los participantes de las jornadas deportivas pudieron compartir. Para Valentina, la inmersión en este deporte ha sido un proceso que le ha tomado más de 11 años y que durante dicho tiempo ha logrado ser reconocida como una mujer deportista capaz de participar en competencias a nivel nacional. Nos cuenta además que la inclusión a las mujeres como practicantes del skateboarding ha sido un logro a través de un trabajo colectivo en el que varias mujeres han aportado para que así su participación sea visibilizada.

Por otra parte, menciona Valentina que el skate es un deporte capaz de “salvar vidas”, pues su práctica puede lograr que niños, niñas y jóvenes latinoamericanos puedan encontrar en el deporte una puerta para alejarse de la violencia, el consumo de sustancias y la marginación. Es allí, en donde las autoridades pueden apoyar: dice Valentina,  con la construcción de parques de patinaje, apoyo en indumentaria, infraestructura y realización de eventos acciones que son el plus para que los deportistas tengan mejores oportunidades de sobresalir. Dice además que la evolución del skate es una labor que se debe realizar con el apoyo de las instituciones y la colaboración de los deportistas, los dos deben trabajar en pro y mejora del deporte.

Ejemplo de aquel trabajo mancomunado entre deportistas e institución fue el cierre del encuentro de skateboarding en el Parque Urbano Cumandá, en donde se recibió con las puertas abiertas e infraestructura apta a deportistas oriundos de Cuenca, Tulcán, Riobamba y Ambato, quienes formaron parte de un espacio libre de violencia y disponible para la práctica de un deporte urbano y extremo. La implementación de estas actividades en Cumandá son parte de un ejercicio de creación de lugares dignos para que la infancia y juventud pueda expresarse, ser y construir nuevas sociedades respetuosas, diversas y sensibles.